martes, 29 de agosto de 2023

Casa tomada

 

La soledad es como una fiebre. 

Como el delirio que induce la fiebre.

Todos los sistemas empiezan a fallar

simultáneamente

a medida que la soledad ocupa todo.

El que la vivió sabe de lo que hablo.

No hay paños fríos ni vapores.

Tan solo la perplejidad  con que recordás que hace un minuto

ahí 

¡ahí!

En ese lado de cama donde ahora duermen los puchos 

y las manchas de  vino

había un cuerpo caliente

una piel

y en las otras habitaciones se escuchaban voces. 

Voces que no eran amenazas.

Una casa tomada.

Como Irene y su hermano, alucino voces, ruidos, espectros

porque la fiebre ya no va a ceder. 

es todo.

Recorro las habitaciones, con la esperanza de que alguno de esos fantasmas me deje de ignorar.

En el patio la veo

padeciendo su propia soledad inanimada 

la bicicleta.


Es hora de sacarle les rueditas a la bici.


Villa Devoto, veintiocho de agosto de dos mil veintitrés.


"Halcones nocturnos", Edward Hopper (1942)





No hay comentarios:

Publicar un comentario