lunes, 17 de agosto de 2015

Chico grande

                                                "... ¿Quién salvará a este chiquillo
                                                     menor que un grano de avena?
                                                     ¿De dónde saldrá el martillo
                                                     verdugo de esta cadena?



                                                     Que salga del corazón
                                                     de los hombres jornaleros,
                                                     que antes de ser hombres son
                                                     y han sido niños yunteros."
                   
                                                                                  Miguel Hernández, El niño yuntero (1937)


Ahora que soy adulto
que soy grande
ya no me duelen los golpes.

Ni me sorprenden los giles.

Ahora que en la calle
me dicen señor
no persigo al tiempo.

Ni me lastiman las uñas de mujer.

Pero me agarro a las piñas.

Sí, a las piñas.

Contra cualquiera que haga daño
a un niño
a una niña.

Sí, a las piñas.

Contra ustedes 
canallas sin alma.
No merecen mi compasión.
Esa moral berreta y aquellas lecciones de vida
metánselas bien en el culo.

Sí, a las piñas.

Contra psicópatas con título.
Contra maestritos analfabetos.
Contra profesores de la nada.
Contra policías en general.
Contra todas las iglesias.

Sí, a las piñas.

Contra todos aquellos
que prefieren olvidar
                              ¿qué prefieren olvidar?
como sufrieron
                              ¿cómo sufrieron?
cuando fueron chicos
                             ¿cuándo fueron chicos?
porque hacen lo mismo
                            ¿por qué hacen lo mismo?
a estos niños
a ellos mismos.



Entre Constitución y Barracas, dieciséis de agosto de dos mil quince


Antonio Berni, Juanito Dormido (1978)

viernes, 7 de agosto de 2015

La Piedra y el Río (aire de zamba)

Quiero ser como el río
que ablanda la piedra
y sobando su piel
vuelve al agua mineral.
Yo te doy vos me das.

Sé que sos piedra
esperando en el lecho
que descubra tu centro
precioso al brillar.
Yo te doy vos me das.

He sido como un río
de cauce atropellado
dejando fértil turba
por vos me hice cristal.
Yo te doy vos me das.

Fuiste como una piedra
tan olvidada tan dura
que mi corriente rozó
así se abrió un canal.
Yo te doy vos me das.

Seremos piedra y río
refugio de la vida
el misterio profundo
un sonido elemental.
Yo te doy vos me das.

Barracas, siete de agosto de dos mil quince



jueves, 6 de agosto de 2015

Flor de un Día

Una colaboración desde el otro lado del charco de mi amigo y hermano Juan Martínez.

Y a vos
Cuánto te dura una jalada de aire fresco

Gira la rueda de plata que refleja todas las noches que te levantaron
No hay sueño al fin del desierto ni horizonte en las estrellas
Es todo laberinto de concreto en un intento de saltar
La arena se amontona entre los dedos
De a poco las arrugas se endurecen mientras
Las manos de arcilla resquebrajan la sequedad del asfalto
Si supiera qué espera detrás del sopor diría
Más de lo que puedo presentir en una brisa de tensa calma
¿Quién me contó a mí el cuento al anochecer?
¿Quién me rescató de la resaca matinal?
Es que la lluvia no moja lo que el viento tiene para inundar

Una niebla se abre en el altar del Sol
Como si supiera que su fría escarcha canta con la tibieza
Vapor de aliento sobre el cuerpo cansado me suena a flor
Que de día bajo el Sol descansa

Recriminar es para quien no tiene sangre
La luz de Luna me tatúa las venas
En su intento de calmar el bajón

No hay dudas en el tobogán que sube
Solo historias que suenan a perdón
El tigre remolonea en la alfombra porque quiere jugar con la ardilla
De arcilla eran las manos que vuelven a equivocar

Como si en el error se encontrase un paisaje

Cuánto te dura la flor de un día
Agonía de la tristeza en la cubierta
Brillo que sonríe para la vereda dejada
Oculto en los tiempos del olvido
Marca el rastro de los que han de regresar

Encomiendas del siglo de la espera




Pío Collivadino, "El Riachuelo" (1916)
 Colección permanente del MNBA. Fuente: http://www.mnba.gob.ar