lunes, 5 de enero de 2015

Maldón (Tango)

Recitado: Abro el cajón de las cosas viejas
me pinta mortificarme
soy un varón que tras las rejas
no le siente el gusto al mate.

Releo tus veinte cartas
una tras otra, en degradé.
A un costado, mis veinte cartas
que, avergonzado, nunca envié.


Triste baraja de dos palos:
el hombre y la mujer enfrentados
en un truco cruel y cabrón
con los naipes marcados

Y a mí... a mí me tocó maldón.

De las malas me sacó el invierno:
iba por los andenes descalzo
cantaba 'rabón' con ancho falso
punguiaba y me la daba de tierno.

Le agarré la mano al cortapluma,
me apodaron 'siete bravo'.
Ligaba treinta y tres de mano,
me enyunté con la fortuna.

Probé yampán, tomé mandanga...
jugué fuerte los porotos
mirando siempre a los ojos
con la matufia en la manga.

Triste baraja de dos palos:
el hombre y la mujer enfrentados
en un truco cruel y cabrón
con los naipes marcados.

Y a mí... a mí me tocó maldón.

Y como un naipe al revés,
que sorprende al que baraja,
mientras cerraba la caja
te apareciste una vez.

Tus ojos como un dos de oro,
el escolazo te excita.
Te gustan el riesgo y la guita, 
pero es lo uno o lo otro.

Por divertirte, timbié a lo bobo, 
como gato que caza cucarachas.
Me chupaste la buena racha
y tuve que pagar con plomo.

domingo, 4 de enero de 2015

Ni hablar

No hacía falta una palabra
una hermenéutica del gesto
o la sintaxis para texto.
Ni hablar.

No alcanza con rezarle a nadie
y revisar algún concepto
sino mentir por un secreto.
Ni hablar.

No podrá ir contra la locura
aquel acoso por supuesto
de la amenaza que es silencio.
Ni hablar.

No querer comprender todo
desde algún mito siniestro
pero jamás en el desierto.
Ni hablar.


Barracas, cuatro de enero de dos mil quince

viernes, 2 de enero de 2015

Turrón (Tango)

Dicen que a todo lechón
le espera su San Martín
fue así que llegó a su fin
el gran periplo de Turrón.

Le achacaron tal apodo
no por su dulce carisma,
más bien por esa premisa
de ser más turro que todos.

Cuando el barrio te bautiza
canta la justa y no miente.
Como aquel vago “Tres Dientes”
y su sencilla sonrisa.

Yo les juro que a Turrón,
si no fuera que es mi amigo,
ya le habría puesto un tiro
por cada vez que me garcó.

Era un loco tarambana:
a todos algo nos debía.
Mal te soplaba la mina
o seducía a tu hermana

Engrupió al gordo Noel,
en un asunto con su nena,
y tuvo que pagar la pena
(no la pendeja, sino él).

Turrón, partido a la mitad,
tirado dentro de un zaguán
chocolateado por patán
así pasó la Navidad.

No hubo regalos ni abrazos
porque él se portó tan mal
que de la sidra pa brindar
no ligó más que un corchazo.



La Boca y Barracas, primero de enero de dos mil quince